¡Fallos en el suministro de energía eléctrica!
En un último intento por no desagradar a sus gobernados, el estúpido Rey ha instruído a sus más estúpidos servidores que encierren a las luciérnagas dentro de faroles de cristal para alumbrar las calles. La sociedad protectora de seres vivos ha tomado las puertas del palacio en protesta por tan absurda instrucción. Al grito de "Todos sómos luz", la gente comienza a salir de casa para exigir la pronta resolución de sus problemas... Paradójicamente, todos exigen, literalmente, "la cabeza del rey", ¿la razón? Su estúpido reinado.
En un último intento por no desagradar a sus gobernados, el estúpido Rey ha instruído a sus más estúpidos servidores que encierren a las luciérnagas dentro de faroles de cristal para alumbrar las calles. La sociedad protectora de seres vivos ha tomado las puertas del palacio en protesta por tan absurda instrucción. Al grito de "Todos sómos luz", la gente comienza a salir de casa para exigir la pronta resolución de sus problemas... Paradójicamente, todos exigen, literalmente, "la cabeza del rey", ¿la razón? Su estúpido reinado.
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