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Exhumacion-es.

"Exhumaciones" es un recorrido por la literatura light del nuevo siglo, un juego de palabras a veces corto a veces no tanto. Que intenta reflejar emociones, obsesiones y locuras "temporales".
"Exhumaciones" Es un viaje desde el centro de la Tierra hasta lo más recóndito de mi universo personal.

21 dic 2009

Un final feliz.

¿Qué ninguna de mis historias tiene un final feliz? Hablemos del tiempo, hablemos de las horas, los minutos, los segundos: esas agujas pequeñitas que penetran tu piel y te duelen en el alma. De esos despertares a media noche cuando la luna se encuentra arribita nuestro, mirándonos, compadeciendose de nosotros, dejando caer rollitos de luz para que la soledad ya no sepa a cobre. Tengo los cabellos mojados, se me pegan en la frente y me pican los ojos, tengo el corazón acelerado, como si me provocara taquicardias con el simple uso de la mente, tengo, también, la estúpida sensación del veneno en mi boca, en mis labios, de esos labios de los que brotan a veces cosas muy perversas, palabras hirientes, mortales, sulfurosas. Pero hoy no. Hoy el veneno no me va a enfermar (como odio esa palabra), encenderé las velas y escucharé como grita el corazón cuando las agujas del tiempo lo han encontrado.
¿Qué éste no es un final feliz?: veintidós años, cuatro meses y veintitrés días. A doscientos sesenta y cinco días del final.
Y contando...
¿Cómo no brincar de felicidad?

18 dic 2009

Lagunas mentales.

Es triste ver como aquel hombre se atora en el abandono, tan viejo y cansado. Se pasa las tardes sentado en una banca en el jardín que contrasta con los años acumulados y los velados recuerdos perdidos del asilo. El hombre tiene en mente su pequeña barca, sus remos, su red y la basta laguna donde solía pasar horas enteras de pesca, ahogando su furia y sus sueños.

17 dic 2009

explosión.

Un fuego incontenible se expandió por el borde de una galaxia producto de la colisión de dos estrellas. Tras el resplandor de rayos gamma, un agujero negro devoró materia y energia...
A veces las estrellas tienen que colapsar para hacerse saber que son parte del mismo universo, para demostrar su poder destructivo.

15 dic 2009

diario.

Era un día agradable, con el sol muy arriba calentándolo todito, con las nubes muy algodonadas avanzando por el cielo y con los árboles y las hierbas mezclando verdes, amarillos y naranjas en el suelo. En medio del prado una niña se ha sentado, con las mejillas sonrosadas y las trenzas apretadas, piensa y piensa acerca de la vida y la muerte, piensa y piensa como harán los aviones para volar y no caerse. Pero de pronto una lágrima le resbala despacito, es que extraña tanto a sus lejanos amiguitos, aquellos niños con quienes jugaba en el prado, con quienes reía, brincaba, y contaba los cuentos más bizarros... Busca palabras, palabras para expresar en su diario lo que la soledad le hace sentir. Pero no ha escrito más que esa palabra, y se imagina que eso será todo lo que quiere decir; Que "soledad" sin más palabras es justo como ella se encuentra, ¡qué tristeza! las horas, las nubes, los aviones han pasado y ahora frágil, a la noche se enfrenta.

14 dic 2009

soledad.

No entiendo por qué dices estár solo si cada que te veo tu sombra está pisándote los talones.

11 dic 2009

credibilidad.

Su mirada clavada en el lejano horizonte, sus revueltos pensamientos enganchandose uno a uno como eslabones de una cadena que fue forjandose con el paso del tiempo y las mentiras. Él, repetía palabras de amor, palabras que ya no surtían el mismo efecto de antes, pero que de alguna forma conservaban su escencia amorosa, de cariño: ...pero eso no significa que haya dejado de amarte. Sólo necesito un poco de tiempo. Por favor, no pienses que me voy, ni que ya no me interesas.- dijo él sin dejar de sostener sus manos.
Un golpe seco, el estruendo de las cadenas aprisionando el alma; la última de las mentiras. Y el fin.
No te preocupes, cariño... Aún si me dices que te vas de pesca al mar muerto voy a creerte.- respondió ella, sonriente, pero con la rabia escurriéndole en el corazón.

10 dic 2009

parece.

No es que el monstruo se haya detenido, pensarlo si quiera sería una aberración. Lo que sucede es que para el espacio no existe el tiempo.
Luego entonces: Parece como si nada se moviera allá arriba, lejanía y silencio.

9 dic 2009

pesadilla.

Yo también he soñado lo mismo, sueño que me estoy ahogando, que mi reflejo en el cristal es el tuyo, pero estando fuera: tan melancólica como siempre, tan indecisa como siempre. Y veo como lloras, quizá de impotencia porque sabes que no puedes sacarme de ahí. Pero a diferencia de lo que me cuentas, tu reflejo no es el tuyo precisamente, si no el mío. Me doy cuenta que tu rostro angelical se transforma en el demonio que soy y angustiado, veo que estoy sólo, tú has desaparecido.
Pero dentro de mi repentino pánico me alegra saber que lo que me dices a cada rato es una mentira y que cuando eso pase, tú no estarás ahí, que sabes muy bien que no me seguirás.
A esto yo no lo llamaría pesadilla...

8 dic 2009

circulos.

Estamos perdidos... ¿Cómo les vamos a explicar que hemos estado viajando en círculos todo este tiempo?-Se lamentaba un astronauta con aires de filósofo.

7 dic 2009

éxodo.

El viento sopla sulfuroso desde las entrañas de la nebulosa, invadiendo y destrozando con el haz de su luz toda fortaleza conciente de sí misma. Incendiando al corazón, provocando el éxodo de la inmundicia humana que se interna en la Tierra, escapando de su soberbia y su estupidez.
Cegados por la luz...
Absortos por el miedo se arrastran sobre la porqueria, con estómagos revueltos le suplican a la nada y se flagelan las espaldas anhelando el perdón y la muerte. Teniendo en sus conciencias la incertidumbre por la promesa de un infierno y en sus almas el deseo de un final próximo. Las cavernas son un horno que poco a poco solidifican sus pies, su voluntad y su fe.

4 dic 2009

el ansia.

Hay una nube de somnolencia flotando sobre mí, un luto que guardo involuntariamente. He apagado la luz de mi habitación, dejaré que mis demonios se apoderen de mi ser, dejaré que los malos pensamientos fluyan por mis venas. Sin embargo, hoy seré discreto, me iré a dormir y no mencionaré tu nombre.
Mañana me dolerá el alma.

3 dic 2009

Lluvia.

Una gota de agua cayó sobre una lámina de metal allá lejos, en el jardín. No tuve que abrir los ojos para adivinar que iba a llover, suspiré y me acomodé en el sofá, quería seguir durmiendo un poco más… Inmediatamente, el plop de las gotas comenzó una descompuesta melodía y pude sentir en el rostro la brisa que se filtraba fresca por la ventana abierta, me volví para evitar las pequeñas gotas que rebotaban en el marco. La mortecina luz crepuscular inundaba la recámara de forma agradable y reconfortante, se había creado una atmósfera muy particular, una imagen propia del silencio, esa imagen que evoca indiscutiblemente a la soledad.
Inconcientemente, volví suspirar… De pronto sentí frío.
El cielo se desgarró con un relámpago y el trueno acentuó su dramatismo, tuve un sobresalto e instintivamente miré hacía la ventana. No me bastarán las palabras para describir lo que observe: Afuera, lo que caía no dejaba de ser una ligera e insignificante llovizna de junio, sin embargo, sobre las nubes un aro de luz verdosa parpadeaba intermitentemente y de manera caótica, era como si un rayo eléctrico hubiese tomado dicha forma. El aro se expandía constantemente dejando escapar un relámpago de manera aleatoria que no supe a bien, si llegaban a tierra, y cada que lo hacía, un conmovedor estruéndo le acompañaba.
La imagen de lo que sucedía en el cielo me tenía paralizado, pero hubo otra imagen que me perturbo aún más; del centro del aro comenzó a descender un objeto, tenía una forma circular, hosca como una roca, emitía un sonido parecido al siseo de un motor eléctrico. Descendió en medio de la lluvia y se detuvo a unos metros antes de tocar la barda del jardín, una compuerta se abrió del objeto y de ella dos sombras bajaron indiferentes a la lluvia. Eran de la misma consistencia que las leyendas urbanas nos han mostrado a los fantásmas, seres etéreos que alcanzaban a mostrar la curiosa forma humana, seres de otro planeta que parecían estár hechos de humo.
Notaron mi presencia de inmediato, uno de ellos se acercó hasta mi ventana y pude distinguir como se llevaba el índice al sitio donde hipotéticamente debería tener los labios, como pidiéndo que guardara silencio. El objeto suspendido en el aire destellaba luces frías, rastreaban cada metro del jardín. En un instante, las luces apuntaron a un lugar en específico. Las sombras se desplazaron hasta ese lugar escudriñando un punto en el centro del jardín, justo debajo de un viejo árbol. Las luces cambiaron de color a un verde intenso, como los rayos del aro luminoso en el cielo. Entonces hubo otro estruendo, ésta vez producto del franco ataque en contra de nuestra tierra, nuestro planeta.
Me tiré al suelo con las manos tapándome los oídos, y aún así pude escuchar otros dos truenos que me pusieron los nervios de punta. No puedo decir con presición el tiempo que permanecí ahí escondido con mi miedo, pero en cuanto el golpeteo de la lluvia recuperó su monótona melodía, me aferré al valor que me quedaba y con sigílo me asomé por encima del marco de la ventana. Pude ver que el objeto seguía flotando con sus luces frías, de la compuerta brotaban lo que parecía ser una especie de tentáculos biomecánicos que removían la tierra justo debajo del árbol, donde los ataques habían caído. Observé como los entes ascendían y se adentraban en el objeto que volaba a la par que los tentáculos desenterraban un extraño objeto cuya existencia desconocía, parecía ser una cápsula negra, del mismo material que la nave. De la cápsula colgaban singulares pìezas metálicas, una especie de antenas rígidas, y del otro lado, asomaba un largo tubo del cual escapaba un humo rojizo. Aquello era un arma proveniente de otro mundo.
La nave ascendió junto con la cápsula, subió hasta el circulo de luz y poco a poco fue desapareciendo hasta esfumarse en un fugaz rayo que desgarró por última vez el cielo. La lluvia continuó hasta muy entrada la noche, y en todo ese tiempo no dejé de mirar por la ventana y reflexionar sobre lo vivído; aquellos seres remolcaban ese objeto fuera de nuestro mundo, ¿por qué? ¿quiénes eran? Quizá aliados cuya misión era la de proteger nuestra soberanía mundial, quizá vigilantes del cielo en busca de anomalías en el universo, ó, quizá, seres que decidieron darnos una última oportunidad antes de invadir nuestro subvaluado hogar…
No lo sé. A fin de cuentas, supongo que moriré sin conocer la respuesta… Tal vez en algún otro lugar del mundo alguien tampoco puede dejar de mirar al cielo en busca de una explicación.

2 dic 2009

confianza.

Sus alas se abrieron majestuosas a la luz del sol. No necesitó de impulso alguno para elevarse y volar hacía un lugar desconocido, siemplemente se fue sin voltear a mirarnos, a mirarme. Tan solo se alejó con la promesa esperarme el tiempo necesario en el mundo alterno. Pero, ¿Como confiar en un ángel que ha prometido nunca lastimarnos, y que sin embargo ha dejado en el pavimento su cuerpo inerte y sangrante?

1 dic 2009

monstruo.

Mis pasos lentos por el desierto me llevan a lo más profundo de los extensos terrenos arenosos donde el sol ha desenvainado una espada de luz sobre mi cabeza. Detrás de las rocas, sobre la arena, en el aire caliente, por las espinozas zarzas, en mis pies, en mis manos, en mi alma, un ser deambula acechando constantemente. Sus enormes mandibulas se abren y se cierran con la fuerza de varios gigantes de antaño; pisandolo todo, desgarrandolo todo, desangrandolo todo. El monstruo toma forma de ventisca, primero soplando un viento que hace llorar a los matorrales, después como un tornado que ruge con la potencia de un dragón que eventualmente va a destruir todo imperio.
Me quedo petríficado por la desesperanza, sentado sin animos sobre la arena movediza una tristeza profunda se apodera de mí. Los caminos me han conducido siempre al mismo lugar, o es que el monstruo es omnipresente y siempre estará a donde vaya, de sus pasos nunca voy a escapar. Son engaños solamente; campos deserticos inexistentes, martirios palpables y mordeduras irremediables... Me lamento al saber que camino siempre en la boca del monstruo.
El tiempo me está devorando constantemente.