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Exhumacion-es.

"Exhumaciones" es un recorrido por la literatura light del nuevo siglo, un juego de palabras a veces corto a veces no tanto. Que intenta reflejar emociones, obsesiones y locuras "temporales".
"Exhumaciones" Es un viaje desde el centro de la Tierra hasta lo más recóndito de mi universo personal.

23 jun 2010

En el corredor.

Los gritos provienen de ambos lados del corredor, surgen de las gargantas y atraviesan los barrotes grises de las celdas chocando unos con otros, perdiendose en el aire que nada entiende de su dolor y sus lamentos. Así me recibe con los brazos abiertos la nueva vida.
Mi mente se ha distorsionado de manera irremediable, la semilla de una enfermedad invisible ha germinado dentro de mi cabeza y la locura me envuelve en su aura de absoluta inmoralidad. Algo más o menos así redactaron los doctores en el archivo, quizá tuvieran razón; mi debilidad a causa de la lujuria me provee de innumerables anécdotas particularmente libidinosas para la cultura local, cosa que no gusta a las buenas conciencias, signifique eso lo que signifique.
Como si fuera el peor de los delitos...
Indumentaria escarlata, lencería negra y fuertes palabras acerca de mi libertad sexual, suficiente para encerrarme en este manicomio, suficiente para terminar mis días uniendo mis gritos a los gritos del corredor.

22 jun 2010

Conciencia.

Todo queda en tu conciencia.- dijo aquella mujer entrada en años- Todo. Incluso la muerte, todos aquellos seres que una vez existieron y ahora son fantásmas habitan ahí, se pasean por los corredores de tu mente tirando recuerdos, rompiendo lamentos y manchando alegrías...
-¿Cómo es que estás tan segura de ello?- Preguntó con inocencia el niño.
Lo sé porque justo ahora está sucediendo: ni tu estás hablando con nadie, ni yo existo. Sólo en tu mente.

21 jun 2010

Desierto.

Sus pies se hunden en las arenas movedizas sobre las cuales ha estado caminando; los oasis son espejismos y las mentiras su inacabable desierto.

18 jun 2010

Otra sobre el tiempo.

Pocos acá saben lo mucho que me duele que te hayas marchado...

Pues el tiempo no para.

Pues el tiempo no para, poco importa
que los días vivídos nos acerquen
el vaso de agua amarga colocado
donde la sed de la vida se exaspera.

No contemos los días que pasaron:
Fue hoy cuando nacimos. Sólo ahora
la vida ha comenzado, y , lejos aún,
La muerte ha de cansarse en nuestra espera.

José de Sousa Saramago.

17 jun 2010

Masoquismo.

Su cabeza es una tétrica casa embrujada, con sus telarañas, con sus vigas resquebrajadas, con sus ventanales empañados por el tiempo; afuera un pozo vacío y pestilente, tres árboles de ramas raquíticas y sobre ellas, los cuervos más negros que jamás volaron.
Adentro, por los pasillos, deambulaban fantásmas lamentando sus penas y sus falsas promesas... La locura le invade, las explosiones de supremo dolor le derriban y cae en la cuenta de que su cabeza es un mausoleo; que adentro la gente muerta tiene fiesta y se regocija de ser recordada con tanto masoquismo.

16 jun 2010

Humorismos tristes.

¿Qué si me duele? Un poco te confieso... L.G. Urbina.

-Seguiré negando mis problemas de alcoholismo hasta que mi cirrosis hepática me demuestre lo contrario.

-Se me acusa de ser indiferente cuando en realidad hay dos tipos de persona que pueden pasar desapercibidas por toda la eternidad: tú y los que son como tú.

-Si hubiera una sola explicación de porqué no puedo estár contigo, creeme que te lo diría. Pero como son muchas mejor ni te cuento.


15 jun 2010

El viejo.

¿Cómo pretender que todo va bien? Las últimas semanas han sido particularmente tediosas para ese pobre hombre, los días se le escurren con la fluidez del aceite y apenas alcanza a garrapatear dos o tres parrafos coherentes en su viejo manuscrito. Es casi como si se negara a continuar, muy a pesar del ciclo de la vida, como si se pudiera escapar de esa rueda con tan solo quererlo.
No, esto no va bien, no fue, no va y no irá. Por eso se convulsiona en la cama, por eso el horror le trepa por el cuerpo, por eso los dolores musculares le espantan el sueño; el hombre tiene miedo de escribir el último capítulo de su vida.

14 jun 2010

Sueño.

Con los ojos perforados por los clavos del cansancio y con la mente volando en direcciones indefinidas y azarosas, decido que es hora de tomar un descanso. Y nada tiene que ver el hartazgo propio de la vida el hecho de haber tomado esta desición, tan sólo quiero despertar por unos minutos para después poder seguir durmiendo, soñando, viviendo.

9 jun 2010

Cenizas.

Cenizas, polvo triste que ensombrece la atmósfera doliente de una habitación en ruinas. Como si el mundo afuera estuviera cayendose a pedazos y dentro el último suspiro de la humanidad aguardara encerrado en los pulmones de una infante que se niega a despertar. Así pasan las horas desde hace una semana, cuando comenzaron las lluvias abrumadoras que calientan el cuerpo y lo vuelven asquerosamente pegajoso; así nos vino a caer la pesadumbre de los días calientes de verano, con todo y sus inconveniencias... No es que nadie quiera salir, es que ya nadie soporta la luz solar que todo lo quema y lo vuelve cenizas.

8 jun 2010

Fin y principio.

No podía ser de otra manera. Aquél viejo escritor tuvo un final propio de sus novelas policiacas, cuando encontraron su cadáver su verdadera historia de suspenso comenzó.

7 jun 2010

Distopía.

Lo bueno de la distopía es que nunca notaríamos que ya estamos viviendo dentro de una, y si lo hicieramos, seguramente lo negaríamos debido a nuestro miedo a la deshumanización.

4 jun 2010

Omnipresencia.

El irreconocible silencio matinal me despierta alarmado, sobre mi rostro la luz del nuevo día, el viento repelido por el cristal de mi ventana, el rocío cayendo a cuentagotas sobre las hierbas malsanas que crecen afuera. Pero nada del ruido propio del despuntar del día, nada del trinar de las aves, de la música estrepitosa, de las voces que a gritos se apresuran para huír de casa. Afuera hay una quietud indescriptible; nada, ni hombres ni máquinas, ni animales, ni insectos, ni fantásmas, nada... Me asusto, el corazón resuena como un laúd en toda la recámara, el eco rebota, perfora mis oídos, el sonido se puede ver, sus colores opacos parecen de humo. Siento miedo, nada se parece a como era ayer, el tiempo acelera y el espacio se contrae. Me sofoco, me duermo. La gente duerme-pienso-siguen durmiendo. No van a despertar.
El ruido se desvance con el humo y se desliza por debajo del umbral de la puerta. Lo alcanzo a ver un último segundo. Los párpados pesan, el corazón se detiene...
Despierto en donde la gente nunca duerme.

3 jun 2010

La cama.

Un mundo, la cama parece un mundo; con sus sábanas de un azul marino profundo que se asemeja a la noche hiriente, con sus almohadas como islas al norte de la desolada catarata en que se transforma la cabecera. Un mundo y los continentes son personas, con sus países dividídos por la guerra de ideologías entre ellos mismo. Su lucha es constante y sangrienta, desmoralizante, nunca ganada pero tampoco perdida. Los continentes chocan cual placas tectónicas, se restriegan unos con otros y de su fricción el fuego sexual que incendia al planeta, que devora los miedos, angustias y la desesperación; es esto una última plegaria por la paz y la reconciliación de los pueblos libres. La estabilidad global se juega todas las noches una última oportunidad de existencia.

2 jun 2010

Polvo.

Las paredes grises se desgajan constantemente, hoy por la mañana un pedazo de yeso se vino abajo y la nube de polvo se esparció por gran parte del cuarto. Tristeza, como un monstruo que ha caminado por mucho tiempo y ahora siente la exigente necesidad de cavar su propia tumba, de gastar la última de sus energías para darle un poco de calidez a su última morada. Melancolía, solía ser dierente cuando despertaba y las ventanas estaban abiertas, con el sol inundando la humedad sobrenatural que se quedaba impregnada en la atmósfera íntima. Dejaste de recibir el día con una luz de esperanza y yo peor, que dejé de creer en tu palabra.
Polvo. El polvo se asienta sobre el polvo de ayer, la piedra comienza a cubrir su desnudez con el moho del tiempo, los abrazos de mis propios brazos se aprietan sobre mi carne marchita, los besos negados un pendiente de mi biografía pronta a terminar. ¿Qué te extraña que mi mundo se esté viniendo abajo? ¿Qué te extraña que siempre, siempre fuí un pesimista existencial?

1 jun 2010

Indiferencia.

Dicen que cuando tu capacidad de asombro se ha vuelto insípida, basta con ponerse detrás de un muro para volverse invisíble. Y estoy completamente de acuerdo, más cuando la indiferencia de un mundo ávido de interéses arrolladores y vacíos te deja sepultado en los escombros que he denominado como: mentiras.