Las representaciones teatrales que Sandy lleva a cabo son de por sí cuestionables obras de arte: gasolina, fuego y muñecas para representar el efímero ciclo de la vida que se quema con facilidad.
Un día, el infierno le devora y deja de existir: la combustión espontánea se vuelve ironía de su amor por la vida y el fuego.
Un día, el infierno le devora y deja de existir: la combustión espontánea se vuelve ironía de su amor por la vida y el fuego.
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