Surgió del constante goteo de la regadera del baño, sus labios sabor a óxido se tornaron en un color cobrizo brillante y sus ojos llenos de sal se blanquearon instantanemente luego de abrirlos y enjugarlos con sus manos frías y llenas de moho. Pero su ánimo no despertó con ella; durmió por el resto de la tarde en la frialdad de los mosaicos.
Cuando Natalia llegó a su casa cosas muy espantosas sucedieron; entonces y en agonía creyó las viejas historias de su abuela acerca de las nereídas que gustan de saborear el corazón de la gente.
Cuando Natalia llegó a su casa cosas muy espantosas sucedieron; entonces y en agonía creyó las viejas historias de su abuela acerca de las nereídas que gustan de saborear el corazón de la gente.
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