Cuando cierras los ojos todo parece nuevo, los lisos, los rugosos, los lascerantes... Todo parece tener otra forma, es como si la habitación se expandiera, y bajo tus pies el suelo se abriera gigantesco para devorar todo lo que ya ha sido devorado por la oscuridad. El aire sopla despacio, susurra palabritas que chocan en las superficies veladas, es como un cantar lúgubre que paraliza nuestro cuerpo, que entorpece nuestros movimientos, que nos hace desear ver de nuevo lo que ahí sigue y así olvidar la fatídica manera en que hemos aprendido éstas nuevas sensaciones táctiles.
Ceguera, así debe sentirse cuando se llega a otro planeta. Tan sólo cierra tus ojos por un momento.
Ceguera, así debe sentirse cuando se llega a otro planeta. Tan sólo cierra tus ojos por un momento.
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