Existe un dilema que me provoca grandes conflictos con el resto de la gente, y es que nadie me cree cuando digo que se me ha perdido algo que no existe. ¿Si no existe cómo es que se va a perder? Dicen. Pero yo estoy seguro que se me perdió, lo sé porque ya no está donde siempre... ¿Qué cómo es? Bien, no podría explicarlo con palabras porque se trata de uno de esos algos abstractos que se pueden tocar con los dedos del alma; la esperanza.
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