Después de todo no suena tan ilógico que nadie se diera cuenta que Alonso había desaparecido. Era pequeño, de huesos débiles y frágil como el cristal, sus pasiones las letras y por lo tanto amante de los libros.
Alguien un día notó que hacía tiempo de la última vez que lo habían visto deambulando por las calles de su pueblo, y no fue sino hasta que se decidieron a leer el más intrigante de sus escritos que se enteraron de su nuevo paradero; su melancólica y agobiante novela autobiográfica escondía una carta suicida en el último de sus capítulos.
Alguien un día notó que hacía tiempo de la última vez que lo habían visto deambulando por las calles de su pueblo, y no fue sino hasta que se decidieron a leer el más intrigante de sus escritos que se enteraron de su nuevo paradero; su melancólica y agobiante novela autobiográfica escondía una carta suicida en el último de sus capítulos.
2 comentarios:
wow...me gusto el final, asi si seria interesante morir, la novela de tu vida y al final describir tu propio suicidio...me cautivo esa parte.
wow...me gusto el final, asi si seria interesante morir, la novela de tu vida y al final describir tu propio suicidio...me cautivo esa parte.
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