La muerte clínica fue dictada en punto de las ocho con veinticinco horas, la noche del miercoles tres de abril de mil novecientos noventa y siete. Sin embargo, su alma había cambiado su disfraz por el de un fantásma un par de horas antes, por lo cual, pudo presenciar su propia defunción mientras aprendía las asombrosas artes del espanto poltergeist.
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