Era un hombre sin grandes ambiciones en la vida, sin embargo poseía la increíble virtud de la premonición: con tan sólo unos pocos minutos, inclúso horas de anticipación, podía llegar a conocer el futuro en su entorno inmediato, desde lo más vanal como anticipar la hora exacta en que una hoja caería de la rama, hasta el eventual accidente automovilístico en el que se vería inmiscuído, donde mucha gente sufriría con él.
No quiso ser un héroe anónimo más, no quiso evitarse la paraplejia que minutos antes del choque con aquél otro automóvil pudo observar con detenimiento. No más. Nada de visiones ni susurros, nada de palabras acomodandose en su mente, nada de señales, avisos o profecías. Nada hasta el día en que despierte de ese sueño en el que ha caído.
No sé quién es más iluso entre todos nosotros...
Es un tipo sin grandes ambiciones en la vida, ¿Cómo iba a esperar que le fueramos a creer que el mañana dejará de existir hoy?
No quiso ser un héroe anónimo más, no quiso evitarse la paraplejia que minutos antes del choque con aquél otro automóvil pudo observar con detenimiento. No más. Nada de visiones ni susurros, nada de palabras acomodandose en su mente, nada de señales, avisos o profecías. Nada hasta el día en que despierte de ese sueño en el que ha caído.
No sé quién es más iluso entre todos nosotros...
Es un tipo sin grandes ambiciones en la vida, ¿Cómo iba a esperar que le fueramos a creer que el mañana dejará de existir hoy?
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