Interferencia.

LOS AMIGOS

En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.

Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.

Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.

Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.

Julio Cortázar.

Antropofágia.

No entiendo cómo es que sigue vivo si devoraron su corazón- dijo un enfermero más que consternado.
Camina, duerme, come, sigue respirando, pero ha dejado de experimentar sensación alguna. Dudo que en realidad este viviendo éste pobre hombre.- señaló el doctor.

Acoso.

Te miro a los ojos y a pesar de no poder verme me sonríes , apenas tocó tu piel y te exhaltas de tal manera que dicen todos has enloquecido. Te digo al oído que no quiero separarme de tí y el corazón se te rompe de nuevo...
Las oportunidades escaparon, pienso. Y sin embargo, mi fantásma sigue atormentando tu mente.

Bajo la lluvia.

Caminaba a toda prisa bajo la lluvia, eran los últimos días del verano y tenía el presentimiento de que las cosas iban de mal en peor. Tenía que remediarlo. Y no le importó que el cielo se estuviera cayendo ni que los automóviles le salpicaran a propósito. Salió de casa con la firme convicción de encontrarse con ella y decirle todo aquello que se había guardado por temor al rechazo. En su mente practicaba las palabras, su concentración era tal que perdió noción de la realidad y ya sus pies con aparente volujntad propia, no se detuvieron hasta llegar nuevamente a casa... Extrañado, el hombre se cambió de ropa y ya estaba dispuesto a tomar un baño cuando llamaron a la puerta.
Ella apareció bajo el umbral, temblando de frío y completamente empapada. Sus dientes castañeaban, pero aún así hizo el intento de hablar: ¡Tengo mucho que decirte, te quiero y estoy harta de que des vueltas y vueltas sin atreverte a decir lo mismo!

Fuego.

...y los demonios ahogaban a los supervivientes en los mares de fuego.

Crímen.

Sobre la cruz de piedra a las puertas de la iglesia hay un cuerpo sin vida, su piel está desgarrada y su sangre ya evaporada ha manchado de forma grotesca el empedrado. Todos se cuestionan la identidad del cadáver, las autoridades arriban a la escena y acordonan la zona de inmediato.
Las nubes arrastran consigo una sombra de nostalgia, la lluvia cálida es un llanto celestial y es que no es para menos. Algo extraño e incomprensible han descubierto los médicos forenses; el cuerpo había sido mutilado, en su espalda mostraba los vestigios de una cruel y particular violencia.
Al ángel le habían sido arrancadas las alas.

Juicio Final.

El viento le golpeaba el rostro con violencia y le impedía respirar, tuvo que girar la cabeza muy a pesar de la recomendación de no hacerlo que el ángel le había sugerido estando en tierra. Abajo el panorama era desolador, la ciudad aún en llamas y cubierta de cenizas, los cuerpos de los supervivientes se arrastraban por las calles, los gritos eran ya apenas susurros y el dolor podía olerse.
-¡Esos desgraciados! No puedo soportar si quiera mirarlos... ¿Ha terminado todo ya?- preguntó el hombre con profundo terror.
-Aún no, es apenas el comienzo.
-Tuviste misericordia de mí. me has salvado y te estoy muy agradecido. ¿A dónde me llevas?
El ángel sonrió perversamente, aleteó con fuerza y las cenizas que flotaban por el cielo se expandieron en el frío del crepúsculo.
-Te llevo dónde el Creador, el cuerpo de las almas putrefactas como la tuya son el manjar de los querubines en el paraíso.

1er acto.

Nubes grises colgadas del cielo, con su sol coloreado de amarillo opáco. Abajo, en escena los árboles de cartón mecen sus frutas secas, los edificios de concreto y hierro resisten a la fuerza de la naturaleza agonizante... Y las caretas se han pegado al rostro de los actores, es aquello una gran y gloriosa farsa.

Después de la muerte.

Las arpías devorarán mi carne cuando traspase el umbral, mi cuerpo sangrará por los siglos de los siglos y mi alma arrancada cruelmente de sus malsanas raices se lamentará, más que por el dolor venidero y eterno, por la nostalgia de una mentira mal vivida.

Falsedad.

Me fuí a la cama consciente, soñé que toda ésta falsedad desaparecería al despertar... Y en efecto algo sucedió. Al amanecer, noté con profunda tristeza que había desaparecido de tu mundo.

Hartazgo.

Todo el día he estado escuchando el terrible latir de mi corazón, ésta noche quiero apagarlo.

Riesgo.

Todo sucede muy rápido, las ráfagas de tiempo me obligan a salir del camino constantemente. Entonces sucede que todo va más lento, que los dolores guardados celosamente comienzan a teñir la ropa del carmesí más hermoso; es inevitable dejar de sangrar mientras permanezca en éste lugar tan falso y desconocido para mí. No necesito de todo esto. Estoy cansado de tanto caminar, mis ojos se cierran un poco más con cada paso, necesito volver a soñar aunque en ello se me vaya la vida.

Nostalgia.

Te extraño en cada suspiro, en cada pedacito de oxígeno que le estoy robando al mundo.

Instantánea.

Hace millones de años que están brillando allá en el universo, hace millones de años que su luz comenzó a recorrer enormes distancias, hace millones de años que nos regalan su belleza incesantemente...
Con cada parpadeo nos llega una nueva instantánea de las estrellas. Y aún así. ¿Qué no sabes por qué me alegra observar la bóveda celeste?

Otros mundos.

"No existe en el mundo nadie como tú. Por eso me largo a vivir a otro planeta."

Un dolido alienígena.

Skywalker.

Camino sobre estrellas, pero me parece que ya he pasado por aquí. La vía láctea parece ser un sendero interminable.

Espejismos.

Cuando tu boca se ha secado, y las palabras se funden en tu paladar recreando pastosas imágenes convertidas en frases ininteligibles, la insolación acude como un ángel caído del sol para enterrar su espada de insanidad en tu alma. Todo eso que miras en el desierto de tu vida no es más que un espejismo; una mentira.

Vanidad.

La luna brilla en toda su plenitud y su halo cubre las estrellas que merodean a su al rededor. Un simple espejismo, la luna miente, su vanidad es tan grande que para competir con el fuego de las estrellas, se cubre con el manto solar...