Los gritos provienen de ambos lados del corredor, surgen de las gargantas y atraviesan los barrotes grises de las celdas chocando unos con otros, perdiendose en el aire que nada entiende de su dolor y sus lamentos. Así me recibe con los brazos abiertos la nueva vida.
Mi mente se ha distorsionado de manera irremediable, la semilla de una enfermedad invisible ha germinado dentro de mi cabeza y la locura me envuelve en su aura de absoluta inmoralidad. Algo más o menos así redactaron los doctores en el archivo, quizá tuvieran razón; mi debilidad a causa de la lujuria me provee de innumerables anécdotas particularmente libidinosas para la cultura local, cosa que no gusta a las buenas conciencias, signifique eso lo que signifique.
Como si fuera el peor de los delitos...
Indumentaria escarlata, lencería negra y fuertes palabras acerca de mi libertad sexual, suficiente para encerrarme en este manicomio, suficiente para terminar mis días uniendo mis gritos a los gritos del corredor.
Mi mente se ha distorsionado de manera irremediable, la semilla de una enfermedad invisible ha germinado dentro de mi cabeza y la locura me envuelve en su aura de absoluta inmoralidad. Algo más o menos así redactaron los doctores en el archivo, quizá tuvieran razón; mi debilidad a causa de la lujuria me provee de innumerables anécdotas particularmente libidinosas para la cultura local, cosa que no gusta a las buenas conciencias, signifique eso lo que signifique.
Como si fuera el peor de los delitos...
Indumentaria escarlata, lencería negra y fuertes palabras acerca de mi libertad sexual, suficiente para encerrarme en este manicomio, suficiente para terminar mis días uniendo mis gritos a los gritos del corredor.