Orden cíclico.

Al partir caminaremos dentro de las estrellas, y mantendremos encendida la flama vital que hace girar los engranajes de la existencia eterna. Nuestra carne alimentará a la Tierra, y nuestra alma será el combustible que consuma el sol, una y otra vez.

Soledad en compañía.

Si se pudiera, todos pedirían a gritos regresar al asteroide del cual bajaron; dejarían su vida llena de tormentos y regalarían los sobrantes de problemas que han llegado a acumular. Pero como eso es imposible, la humanidad se conforma con intentar comprender el verdadero significado de la soledad, misma que paradójicamente, compartimos en un sólo planeta.

Tres años luz.

Permanecemos aquí, observando e intentando creer que todo lo que nos contaste es real, que por siempre lo será. Remueves pensamientos dentro de nosotros, despacio, como si no quisieras que se notara. Accediendo, padeciendo, sufriendo y doliendo como la primera y única vez que decidiste abandonar la tierra...
Al final, seguímos creyendo en tus palabras; y bajaremos a perder el tiempo contigo.

Shemagh.

Apartó su shemagh del rostro, la arena cayó del pañuelo en fina lluvia que se perdió en el desierto. Su deliranrte espejismo comenzaba a tomar forma; grandes fuentes y jardines repletos de árboles frutales, a su al rededor una muralla de piedra caliente y en el centro un palacio con amplios salones. Era ahí donde terminaba su viaje.
Años, años, años....
Su cuerpo se pudre bajo un montón de arena, su esqueleto es un asta, y su puño ondea el shemagh añorando la libertad de un pueblo que vive sin espejismos.

Enterrado.

Al abrir los ojos lo único que vió fue oscurdidad, con todo y su pesadez, con todo y el silencio propio del abismo. Estiró los brazos, se tiró al suelo, quiso tomar algo más que el aire húmedo que se le resbalaba entre los dedos pero no obtuvo nada más. La desesperación comenzó a ganarle la batalla. Su mente, un hervidero de pensamientos funestos, le llevó a dejar su fe de lado.
¿Imposible? Probablemente lo sea. Nada se puede agregar cuando agrega que aquél hombre quedó enterrado en su propia mente: su propio infierno.

Biografía.

Los personajes fueron cración suya, también la trama, los diálogos y el montaje. A pesar de ser sólo una persona se las ingenio para poder recrear la dramática historia de una jovencita que sobrevivía a la caída de un imperio de mentiras construído por ella misma.
Al final de cada actuación, aquella persona terminaba bañada en lágrimas;. Y no era por sus más de doscientas presentaciones, los premios de la crítica más impensables y todas las funciones a reventar. Lo realmente impactante no era que la obra fuera prácticamente una biografía actuada, si no que siempre intentaba un final diferente, aún así, nunca consiguió una respuesta favorable a su causa.

Relatividad.

Aquellos astros de inconmensurable resplandor ya no tuvieron lugar dentro de ese seco espacio del universo interestelar, sus flamas lo devoraban todo e imposibilitaban la interacción de partículas que a lo largo del tiempo se llegarían a convertir en una especie más de vida inteligente. Por lo tanto su traslado fue inmediato.
Fueron ubicados dentro del paraíso por mandato Demoniaco.

Premoniciones.

Era un hombre sin grandes ambiciones en la vida, sin embargo poseía la increíble virtud de la premonición: con tan sólo unos pocos minutos, inclúso horas de anticipación, podía llegar a conocer el futuro en su entorno inmediato, desde lo más vanal como anticipar la hora exacta en que una hoja caería de la rama, hasta el eventual accidente automovilístico en el que se vería inmiscuído, donde mucha gente sufriría con él.
No quiso ser un héroe anónimo más, no quiso evitarse la paraplejia que minutos antes del choque con aquél otro automóvil pudo observar con detenimiento. No más. Nada de visiones ni susurros, nada de palabras acomodandose en su mente, nada de señales, avisos o profecías. Nada hasta el día en que despierte de ese sueño en el que ha caído.
No sé quién es más iluso entre todos nosotros...
Es un tipo sin grandes ambiciones en la vida, ¿Cómo iba a esperar que le fueramos a creer que el mañana dejará de existir hoy?

Errores.

Cada alma vive dentro de su propio infierno, un constante repetir de su vida pasada, una nueva oportunidad de enmendar errores que se están obligados a cometer una y otra vez por los siglos de los siglos quizá bajo algún designio divino. De eso me di cuenta al regresar en el tiempo como una espora sin cuerpo; en todas mis vidas posibles e imposibles, en las que perdí y gané, en las que se esfumaron y en las que parecieron eternas, en ninguna, nadie me echó de menos. En todas cometía los mismos errores.

Muñecas.

Su cuerpo quedó tendido sobre las piernas de su mejor amiga, la que se le parecía en tamaño, en rozagancia, en ternura, en elegancia; en todo. A su lado, el frasco de píldoras para dormir, vacía.
Qué paradoja tan escalofriante presenciaron sus padres cuando al abrir la puerta de la recámara encontraron a su muñeca de apenas doce años, al cuidado casi celestial de aquella otra muñeca de porcelana que fríamente miraba el rostro de su amiga, su dueña, su suicida compañera de juegos.

Un escritor muy bien agradecido.*

Bien sé que el triste acento que el náufrago
envía de la distante playa do el viento lo arrojó,
destemplará los tiernos acordes de alegría
que con sus plectros de oro te brinda ilusión.

Y sé también que quiso sus íntimos pesares
dejar en el olvido y despertar su fe,
y enviarte el entusiasta cantar de sus cantares,
más dulce que las notas del idílico rabel.

Mas ya cuando el santuario del alma se convierte
en ruinas bajo el beso amargo del pesar,
las liras enmudecen y al soplo de la muerte
la luz de la esperanza se apaga en el altar.

De la ficha autobiográfica de *Efrén Hernández,
"...un pobre muchacho que no salía de su casa porque
se pasaba la vida escribiendo versos tristes", como yo. ^^

Prematuro.

La muerte clínica fue dictada en punto de las ocho con veinticinco horas, la noche del miercoles tres de abril de mil novecientos noventa y siete. Sin embargo, su alma había cambiado su disfraz por el de un fantásma un par de horas antes, por lo cual, pudo presenciar su propia defunción mientras aprendía las asombrosas artes del espanto poltergeist.

Partida.

-No quisieron ser más el peso muerto de un mundo abstracto y acabado en el cual ya no podían habitar más debido a los problemas mentales que surgieron de los daños provocados por los furibundos cataclísmos que llegaron de uno en uno; brotes de inmensas raíces de insanidad, explosiones de esquizofrenía, diluvios de apatía. ...así fue como los personajes de todas aquellas historias, que alguna vez tuviste la paciencia de escuchar, decidieron subir a la enorme embarcación que los llevaría al puerto más triste del mundo.
-¿Cómo se llama ese lugar?
-Ese puerto se llama Olvido.

screenplay.

...y existen también, sueños que viven aprisionados debajo de montones de hojas de papel.

Gas.

Sus sueños son tan volátiles, tan inflamables, tan efímeros... Tanto que piensa que su alma está compuesta del gas que se desprende de los cadáveres.

Heridas.

Los espejos rotos reflejan la misma luna, sus destellos multiplicados por cientos son estrellas que cortan la piel, la vena y el hueso; y le hacen sangrar hasta colorear la noche hiriente y herida.

Inmovilidad.

Cegado por los rayos de sol que invadieron tu mundo te sentaste por el resto de tu tiempo a beber del popote tragos interminables del más rico jugo de uva que alguna vez conociste. Inadvertido, imperceptible, como una hoja dorada que se rompe bajo el zapato de alguien más. Así quedó tu semblante y nada en esta vida lo hará ni te hará cambiar; seguirás de frente al viento mirando como transitan las nubes, el sol, la luna, las estrellas y el planeta de donde dices haber llegado.
Insanidad.
La catatonia se adhirió a tu mente, se quedó pegada como tú a la silla de ruedas, como tus sueños al cuarto de hospital, como tu amor al recuerdo de alguien que ya te olvidó.